México se encuentra “en un estado de alerta en materia de libertad de expresión: no es menor decir que siguen periodistas desaparecidos y sigue la impunidad en (los casos de) periodistas asesinados”, alertó Perla Gómez Gallardo, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.
En el marco de un coloquio para conmemorar el Día Internacional del Derecho a Saber, Gómez Gallardo dijo que ese derecho, junto con el de acceso a la información pública, fomenta una sociedad más crítica e informada, que tiene la posibilidad de tomar decisiones razonadas.
La desaparición forzada y los asesinatos de periodistas en México permanecen sepultados por la impunidad, cuando no por la inexistencia de las investigaciones, lo que obliga a los comunicadores a la autocensura, al desplazamiento forzoso o al exilio, afirmó Balbina Flores, relatora de Libertad de Expresión de la CDHDF.
Por su parte, la activista Mariclaire Acosta dijo que mientras la sociedad no apoye a los periodistas, así como a las personas que ejercen su derecho a manifestarse en redes sociales, por ejemplo, estará bajo amenaza. A los reporteros no los apoyan ni los medios para los que trabajan, lamentó.
Cuando “la industria de las noticias corporativas” criminaliza a las víctimas, se genera un entorno de intolerancia y polarización social, provocando a su vez la violencia ilegítima del Estado, reflexionó el periodista Marco Lara Klahr.
El reportero de la revista Proceso, Jenaro Villamil, apuntó tres momentos de “mayor oleaje” en torno al derecho a la información en México: la llamada guerra sucia, en las décadas de los sesenta y setenta; la alternancia en la Presidencia, en 2001, y el surgimiento del movimiento Yo Soy 132, en 2012.