Es uno de los distintivos más usados para representar la Navidad y sus grandes pétalos rojo encendido contrastan alegremente con los días grises del invierno, la nochebuena es una flor de legado prehispánico, originaria de México.
La flor se convirtió en símbolo de la Navidad porque florece únicamente en esta época, en náhuatl es llamada Cuetlaxochitl, que significa “flor que se marchita o flor de pétalos resistentes como el cuero”.
Los mexicas usaban la nochebuena como planta medicinal para aumentar la leche de las nodrizas y como ornamento en múltiple celebraciones, para ellos simbolizaba la pureza y la nueva vida de los guerreros muertos durante una batalla, se decía que estos regresaban a la tierra a degustar la miel de esta flor.
Durante la época colonial fue utilizada por los evangelizadores como adorno para altares llamándola “Flor de Pascua”. Fue adoptada en Europa en 1899, cuando se utilizaron estas flores para decorar la Basílica de San Pedro en el Vaticano. Actualmente la Navidad no podría ser la Navidad sin la flor de Nochebuena.
Festejemos
Por otro lado, la Nochebuena es una de las fiestas familiares más importantes del año, la mayoría de la gente la celebra con una cena íntima o una gran fiesta, la planificación se hace con el único objetivo de reunir a los seres queridos. Esta celebración se festeja el 24 de diciembre de cada año, para los cristianos, representa la espera al nacimiento de Jesucristo el día de Navidad.
Durante la temporada navideña, en nuestro país se acostumbra presentar obras teatrales llamadas “Pastorelas” cuyo argumento gira en torno a los acontecimientos que enfrentan un grupo de pastores y gente del pueblo para viajar a Belén y adorar a Jesús, el hijo de Dios, y arrepentirse de los pecados cometidos, a estas obras también se les puede adaptar para ser más cómicas y hasta incluyen críticas sociales y políticas.
Asimismo, se celebran las “Posadas”, tradición en la cual se realiza la ejemplificación de la peregrinación de María y José cantando letanías, y mientras se reza el rosario, se sostienen velas. En esta fiesta generalmente se ofrece ponche, buñuelos, tamales, aguinaldos rellenos de colaciones, dulces y frutas. La fiesta suele durar toda la noche y al tiempo que se rompe la piñata la gente canta:
“Dale, dale, dale,
no pierdas el tino.
Porque si lo pierdes,
pierdes el camino.
Ya le diste una,
ya le diste dos,
ya le diste tres,
y tu tiempo se acabó.”