La inversión equivalente a 334 millones de dólares en los últimos dos años al combate de la inseguridad del presidente Enrique Peña Nieto, equivalente a dos veces el presupuesto otorgado a las secretarías de Salud (SSa) y Educación Pública (SEP), sólo ha mantenido una “paz artificial’’ y la violencia derivada del narcotráfico está poniendo el riesgo el futuro económico del país, aseguró ayer el diputado local Óscar Moguel Ballado.
El legislador del partido Movimiento Ciudadano en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), sustentó lo expuesto en el estudio realizado por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) de la cámara de Diputados, donde se informa que el gobierno Federal ha erogado 27.7% del Producto Interno Bruto (PIB) para tratar de cumplir con la demanda de seguridad de millones de mexicanos, que no se ha logrado.
Además que el gasto generado por empresarios en medidas preventivas de 47.7 mil millones de pesos en 2013 y 48.9 mil millones en 2014, refleja que los programas de seguridad han fracasado y la carencia de resultados efectivos no sólo lesiona a los empresarios sino a trabajadores que ven limitadas sus oportunidades de más y mejores empleos bien remunerados.
En ese sentido Moguel Ballado destacó que los únicos beneficiados de la inseguridad se observa ante sensación de inseguridad que prevalece en todo el país y los únicos beneficiados ha sido la delincuencia organizada, grupos irregulares que se quisieron “normar generando una paz artificial, pero no se ha alcanzado el objetivo, al contrario, han estimulado la espiral de violencia al triple como indican los índices de criminalidad’’.
El presidente de la Comisión de Normatividad Legislativa y Prácticas Parlamentarias, resaltó que la crisis de inseguridad, aunque no es exclusiva del actual gobierno priísta que encabeza Peña Nieto, porque se remonta desde la “Guerra Contra las Drogas’’ que declaró el expresidente panista Felipe Calderón Hinojosa, lo que está llevando a la parálisis social y económica.
Los niveles de violencia se encuentran debidamente registrados en el informe del CESOP, donde ciudades como Tijuana, Baja California; Ciudad Juárez, Chihuahua; Acapulco e Iguala, Guerrero; Reynosa, Tampico y Nuevo Laredo, Tamaulipas; Culiacán, Sinaloa; Durango y más recientemente Monterrey, Nuevo León o Guadalajara, Jalisco, son claras muestras que “las guerras entre carteles han sido la causa de olas de terror’’.