En su primer año de gobierno, el presidente Enrique Peña Nieto ha impulsado cuatro reformas que considera como una prioridad nacional para que la economía del país tenga un crecimiento que beneficie a la mayoría de los ciudadanos.
Estas cuatro reformas son la educativa, telecomunicaciones, energética y hacendaria.
La energética, presentada el 29 de agosto pasado, se destaca por su planteamiento de reformar los artículos 27 y 28 de la Constitución para permitir la celebración de contratos de utilidad compartida entre el Estado y el sector privado en la producción de hidrocarburos; además de la apertura a los sectores de refinación, petroquímica, transporte y almacenamiento.
El argumento empleado es la falta de competitividad de Petróleos Mexicanos (Pemex) que enfrenta la escasez de recursos financieros y tecnológicos para extraer petróleo de aguas profundas o de yacimientos maduros.
La reforma también contempla la participación de particulares en la generación de electricidad, aunque el Estado seguiría manteniendo el control del Sistema Eléctrico Nacional.
La reforma energética ha encontrado gran rechazo entre dirigentes de oposición como Cuauhtémoc Cárdenas, quien la descalifica al considerar que el Estado perdería el control de recursos estratégicos como el petróleo y la electricidad.
Cárdenas Solórzano insiste en que no son necesarias las modificaciones a los artículos 27 y 28 constitucionales, sino que basta con reformar 12 leyes secundarias.
Los promotores del cambio constitucional argumentan que México posee abundante riqueza petrolera en el subsuelo, pero de nada le sirve si no puede extraerla y para eso requiere de la asociación con empresas internacionales.
Se prevé que el Partido Acción Nacional (PAN) vote a favor de la iniciativa gubernamental y que a la Izquierda, aunque ha expresado su rechazo a la reforma, no le alcanzarán sus votos para detenerla.
Esta situación se complica más debido a que algunas corrientes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) han mostrado simpatía con la iniciativa de reforma a través del Pacto Por México, suscrito junto con el PRI y el PAN.
En este contexto, Movimiento Ciudadano se pronuncia por la modernización de Petróleos Mexicanos sin privatización y con debate y consulta pública sobre la mejor forma de modernizar nuestro sector energético.
El presidente Peña Nieto señala que con la reforma energética se beneficiaría a todos los mexicanos, sin embargo persiste la duda si con la privatización se podrá lograr este objetivo.
Autor: Silvia López Nova
Fuente: El Ciudadano 010