Los impuestos, a diferencia de la mayoría de transferencias de dinero entre personas, son de carácter obligatorio, puesto que parte de los recursos obtenidos están destinados a financiar los bienes públicos. En caso de que fueran voluntarios, nadie tendría incentivos para contribuir y surgiría el problema del polizón (cuando algún agente económico renuncia a financiar un bien público del que se va a beneficiar).
El origen de las contribuciones fiscales se puede rastrear hasta la creación del Estado, en la Biblia se dictaminaba que se debía apartar un diezmo de las cosechas para ser distribuidos y mantener a los sacerdotes. En la Edad Media los individuos prestaban servicios directamente a sus señores feudales, una práctica similar al pago de impuestos aunque no se trataba de dinero.
Las reformas en materia fiscal de cada año, promovidas por el Gobierno Federal, son parte fundamental para el desarrollo económico de México sin embargo, en 2013 el poder Legislativo votó un documento cuyo objetivo de acrecentar los ingresos públicos, terminaría por mermar el ingreso de los mexicanos, la propuesta no debería quedar únicamente en el incremento de la parte tributaria, también podría considerarse el buen control del gasto público y la focalización de subsidios para mejorar los déficits municipales, estatales y federal.
El Estado mexicano obtiene recursos a través del Paquete de Ingresos y el principal mecanismo es el cobro de impuestos, junto con las aportaciones de Petróleos Mexicanos, que representan hasta el 40% del presupuesto anual, sin embargo la miscelánea fiscal no es la única manera que existe para mejorar las finanzas públicas. Si bien un aumento de ingresos puede generar un superávit dentro de las finanzas, también se podría obtener con la reducción en el gasto público y la correcta planeación del Paquete de Egresos de la Federación.
A detalle, los partidos de la Revolución Democrática (PRD), el Revolucionario Institucional (PRI), del Trabajo (PT), el Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza (PANAL) votaron en el Congreso de la Unión a favor de la aplicación de nuevos impuestos y modificaciones a algunos de los actuales, como el Impuesto Sobre la Renta (ISR) con una tasa del 32% a quienes ganen más de 750,000 pesos al año; 34% para quienes perciban más de 1 millón de pesos y de 35% para las personas con ingresos mayores a 3 millones de pesos anuales.
Entre otros aumentos e impuestos especiales también se aprobó la homologación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en la franja fronteriza, del 11 al 16%, mientras que, a partir del 2014, comenzará a aplicarse al transporte foráneo de pasajeros, a la goma de mascar, al alimento procesado para perros, gatos y pequeñas especies, utilizadas como mascotas, y a las importaciones temporadas destinadas a la industria maquiladora.