Réplica de Medios
La Jornada Guerrero
08 de junio 2016
Sin aparatos corporativos, ni prácticas ilegales de compra del voto, como las que desplegó el PRD a todo lo largo y ancho de la Ciudad de México, Movimiento Ciudadano demostró en las elecciones del 5 de junio que sigue creciendo de manera irrefrenable en cada una de las 16 delegaciones políticas de la capital. En movimiento naranja estamos de plácemes por los resultados alcanzados en las urnas, lo cual nos permitió superar al PVEM y al PT, por lo que no dudamos en adelantar que para 2018 iremos por más.
Me complace ser la representante que tendrá nuestro instituto político en la Asamblea Constituyente, a efecto de redactar la Constitución de todos los capitalinos. Para lograrlo, en campaña tuvimos que enfrentar la guerra sucia que en nuestra contra desplegaron los dirigentes perredistas y diputados locales al servicio del ex delegado en Venustiano Carranza, Julio César Moreno, sobre actos ilegales en los que ellos son los grandes y verdaderos expertos.
Con firmeza y determinación respondí a todas sus acusaciones. Al respecto, dejé bien claro que prácticas ilegales de ese tipo son comunes en el partido del sol azteca antes de la celebración de alguna elección como la del domingo 5 de junio, así como de los hermanos Julio César e Israel Moreno, actual delegado en aquella demarcación.
La embestida perredista fue resultado de la serie de denuncias que Movimiento Ciudadano interpuso ante el Instituto Nacional Electoral (INE), la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) y la Contraloría General del DF, de lo que calificó como un grotesco desvío de recursos públicos que llevaron a cabo dirigentes, delegados y diputados de ese instituto político, a efecto de asegurar un buen resultado en las elecciones, lo que finalmente no sucedió al ser superados por Morena.
Olvidaron que a la gente no la engañan con falsos ofrecimientos, que más bien son muestra de la preocupación y el temor que experimentaron ante el riesgo de que volvieran a perder terreno en los comicios en la Ciudad de México.
Ahora, el Constituyente se coloca como uno de los eventos más importantes en nuestra ciudad a efecto de transformar la manera en que se percibe, relaciona y se imparte la política en nuestro país.
Aprovecho la oportunidad para refrendar el compromiso de Movimiento Ciudadano por defender y ampliar en la nueva Constitución de la CDMX los derechos y las libertades ganados hasta ahora, el acceso libre y gratuito a la Internet, un transporte público sustentable, así como encarar todas las acciones de gobierno contrarías al interés general, como lo fue la aplicación de las fotomultas, el rechazo a cualquier intento de privatizar el servicio de suministro de agua, el combate frontal a la corrupción, más transparencia y el impulso de todas aquellas figuras de democracia participativa que empoderen al ciudadano, que le devuelvan la fuerza y la capacidad para mandar a descansar a aquel gobierno que no esté dando buenos resultados.
Considero que la redacción de la Constitución es también una gran oportunidad para crear la Ley de Servidores Públicos de la Ciudad de México a efecto de que la Contraloría General no dependa del Ejecutivo local, y brindar a los pueblos originarios el nivel de reconocimiento que merecen como colectividad y como individuos, por lo que buscará su libre determinación y la garantía del pago de servicios ambientales en suelos de uso de conservación.