En la Sesión Ordinaria de la Asamblea Legislativa, el día de hoy se presentó a comparecer el Lic. Hiram Almeida Estrada, titular de la Secretaria de Seguridad Pública del Distrito Federal. Durante la entrega del informe anual; la Diputada Vania Ávila hizo uso de la palabra y celebró la disminución del 12.4 % en la incidencia delictiva de nuestra ciudad capital.
Sin embargo, señaló que a pesar de los avances y la implementación de dispositivos de seguridad como el de “Acompañamiento a cuentahabientes” que el Secretario menciona en su informe, no podemos ignorar el incremento del 44.2% en el delito de robo a cuentahabientes. Otro delito que muestra un incremento lamentable es el de violación, que registró un aumento del 29.1%, agregando que “lo más preocupante es que en su informe no aparece ninguna acción específica para contrarrestar este aumento”, en éste sentido preguntó si ¿al ser un delito de género pasa a segundo plano?
De los datos que el titular comparte en su informe resalta la baja de 879 destituciones de agentes policiales por procesos iniciados en su contra, por lo que despierta la preocupación del seguimiento de éstos ex policías, y la necesidad de poner en marcha programas de apoyo que ayuden a disminuir el riesgo que existe de qué pasen a formar parte de la delincuencia, como ha ocurrido en muchos casos. El reto de trabajar en materia de seguridad pública es grande. Según se expone en la Encuesta Nacional de Victimización y percepción sobre Seguridad Pública que presentó el INEGI, observamos que delitos como fraude y extorsión son algunos de los presentes con mayor incidencia en el DF. Durante su exposición, la Diputada puntualizó la importancia de fortalecer la Policía Cibernética de nuestra ciudad, pues los delitos antes mencionados, en muchas ocasiones, se perpetúan con el apoyo de herramientas tecnológicas.
Desde el Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano en ésta Honorable Asamblea, manifestó la disposición de coadyuvar con las autoridades en la optimización de normas que permitan establecer un ambiente de certeza en el actuar policial, y garantizar así el ejercicio ético y honorable de sus deberes en favor de las y los capitalinos.