La coordinadora de Movimiento Ciudadano en la Ciudad de México, Esthela Damián Peralta, celebró el acuerdo de los comerciantes de la Central de Abasto, de los 329 mercados públicos y de las 10 rutas de mercados sobre ruedas de la Ciudad de no subir los costos de la canasta básica.
Coincidió con el jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera en que el país ha sufrido un golpe muy fuerte por este incremento de los combustibles que ha tenido dimensiones que seguramente no se habían calculado y que no fueron objeto de una debida planeación.
Consideró acertada la medida de la Administración local de que, como parte del compromiso de mantener el precio más bajo de la canasta básica, los comerciantes de la Ceda no se verán afectados por un incremento al costo del peaje ni de mantenimiento de las instalaciones.
En este sentido, hizo un exhorto a las grandes cadenas comerciales a suscribir un acuerdo similar al que formalizaron la CEDA, los mercados públicos y sobre ruedas de la capital, de no aumentar los precios de sus productos en beneficio de la economía familiar.
Insistió en que luego de las movilizaciones en varios estados del país contra el aumento al precio de las gasolinas, es momento de que el gobierno federal reconozca que se equivocó al tomar esta decisión, corrija el rumbo y actúe con prudencia para frenar la tentación de la violencia, la represión y la criminalización de la protesta.
Dijo que más allá de lo que se haga en la Cámara de Diputados, donde el PRI y sus aliados imponen su mayoría, el gobierno federal sí puede de manera unilateral corregir el rumbo en esta materia. Lo que sucede con este aumento en las gasolinas y este malestar social es el corolario de los errores en la conducción de la política económica.
Asimismo, consideró que el Acuerdo para el Fortalecimiento Económico y la Protección de la Economía Familiar que presentó Enrique Peña Nieto es insuficiente para atender el reclamo social sobre el incremento al precio de los combustibles.
“Se trata de un documento elaborado al vapor que buscó apagar el fuego que el gobierno federal encendió con el gasolinazo. Ahí está el rechazo de la Confederación Patronal de la República Mexicana, uno de los organismos privados más importantes del país, el cual no se sumó al pacto al considerar que no fue consensuado debidamente”, sostuvo.
Mencionó que fue revelador conocer que el gobierno federal propuso a los organismos empresariales suscribir el acuerdo apenas el viernes 6 de octubre, y que aunque fue discutido el fin de semana, la propuesta final fue entregada dos horas antes del anuncio del acuerdo.
Al respecto, afirmó que cualquier acuerdo debe ser resultado de un verdadero y amplio consenso social, y no sólo sirva como estrategia de comunicación o imagen pública, “deberá incluir metas claras y objetivos puntuales que sirvan para evaluar los avances. Ciertamente, el momento exige que todos los actores, todos, asuman compromisos”.