Con 44 votos a favor, nueve en contra y cero abstenciones, el Pleno de la Asamblea Legislativa aprobó en lo general la Ley Electoral de la Ciudad de México.
Entre reclamos, protestas y evidencias entre priístas, perredistas y panistas, el desahogo de cerca de 50 reservas avanza en el recinto de Donceles y Allende.
El tema de mayor disputa fue la designación de los seis concejales de mayoría relativa de las 16 alcaldías. Sólo tres diputados del PRI-Mariana Moguel, José Alfonso Suárez del Real y Dunia Ludlow- los tres del Verde Ecologista, Xavier López Adame, Fernando Zárate, Eva Lescas; sólo nueve de los 20 de Morena, Carlos Candelaria de Encuentro Social y Vania Ávila, de Movimiento Ciudadano, se mantuvieron firmes respecto a que los concejales tuvieran representación real de la ciudadanía, y no quedaran a merced del alcalde ganador en turno.
El PRD, Acción Nacional y la mayoría de los priístas lograron una designación cerrada, es decir que el partido ganador de la elección a alcalde sea acreedor también para el 60% de los concejales que integrarán ese órgano de gobierno. Los otros cuatro concejales llegarán por la vía plurinominal.
En entrevista, el ex consejero electoral Eduardo Huchim May consideró que el asunto de listas abiertas debería revisarse y hallar una fórmula que sin ser onerosa pueda permitir al ciudadano tener la mayor libertad a la hora de escoger a la autoridad más cercana, siempre y cuando no se convierta en algo manejable.
El presidente de la Comisión para la Reforma Política del órgano legislativo local, José Encarnación Alfaro Cázares, insistió que el Consejo en el diseño democrático hecho para la Constitución representa un contrapeso porque se trata de establecer un modelo distinto al municipal, donde el que gana la elección de presidente gana todo y en lugar de ser un contrapeso se vuelve un sobrepeso burocrático, político y de decisiones.
Esto, advirtió a los opositores, es lo que prácticamente no ha funcionado en los municipios.
«Aquellos que plantearon que no debe ser electo en una sola fórmula el alcalde y los concejales van en contra de la orientación democrática y de la ampliación de la participación ciudadana en esta nueva forma de gobierno que no es municipio, que no es el ayuntamiento, es con Alcaldía», argumentó el priísta.
Huchim May opinó que las listas abiertas donde el ciudadano puede elegir a un candidato de la planilla A, B, o C es una experiencia interesante que vale la pena explorar, sin embargo asentó que se debe de poner los pies en la tierra y atender el costo de lo que podría significar, así como de las complicaciones.
«De cara al ciudadano, la lista abierta permite una mayor libertad y limita el poder y los intereses que tienen actualmente los partidos a la hora de las postulaciones».
Aunque negó que pudiera ser riesgoso estimó que antes tiene que explorarse la posibilidad de llevar a cabo una designación de esta naturaleza y cotejarlo con la realidad.
El perredista Raúl Flores aclaró que se ha satanizado sobre este tema pero recordó a morenistas y los priístas que se pronunciaban por alcaldías abiertas que la soberanía tiene que ceñirse a lo mandato del Constituyente.
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Medio: Milenio